
Facultad de Ciencias Agricolas y Ambientales
Sede Escuintla.
Ing. Emerson Herrera
Fitopatología I
Sección 01

¿Cómo medir una enfermedad en
las plantas?
Incidencia y
severidad
La Incidencia:
Es la cantidad de
individuos o partes contables de un individuo (plantas, frutos, hojas,
etc) afectados por una determinada
enfermedad respecto al total analizado expresada en %. (Ej.: 20% de plantas con
manchas). Es un valor objetivo. Esta medida es útil para medir el patrón de
distribución en el campo de enfermedades donde toda la planta está afectada. Se
utiliza principalmente para enfermedades causadas por hongos de suelo y
enfermedades sistémicas. Se establece un parámetro para la medición:
-
Realizar
un muestreo foliar.
-
Determinar
la frecuencia con la que aparece en la población.
-
Focos
de contaminación.
-
Determinar
la cantidad de puntos necróticos en el área dañada.
-
Repetir
el muestreo en diferentes áreas del cultivo.
-
Determinamos
milimétricamente el área afectada y aplicamos un % de infección para la planta
y para el cultivo.
Ecuación:

La Severidad:
Es una estimación
visual en la cual se establecen grados de infección en una determinada planta,
sobre la base de la cantidad de tejido vegetal enfermo. Es subjetiva y hace
referencia al % del área necrosada o enferma de una hoja, fruto, espiga, etc.
Es el parámetro que mejor está relacionado con la gravedad de la enfermedad y
con los daños causados. La Severidad es más apropiada para Royas, Oidios y
Manchas porque son enfermedades localizadas, cuyo efecto en la disminución del
rendimiento dependerá del área foliar afectada.
La determinación de la
Incidencia es práctica, sencilla y precisa. Contrariamente, la de la Severidad
es difícil, lenta y varía de observador a observador. Requiere calibración
visual. Pasos a seguir para la medición de la severidad:
-
De 0-2
ausencia de patógenos.
-
De
2.1-4 presencia mínima.
-
De
4.1- 6 presencia Moderada.
-
De
6.1-10 altamente contaminado.

Ejemplo de Medición de roya común en el cultivo de
maíz?
En el cultivo de maíz,
al tener hojas muy largas, la Incidencia no resulta un buen estimador o
indicador ya que en poco tiempo casi todas o todas las hojas tienen al menos
una pústula (100% de Incidencia) lo que no permite registrar diferencias en las
mediciones.
Las estimaciones
deberían hacerse contando pústulas (por ejemplo, para decidir cuando aplicar un
fungicida en el cultivo) o por la Severidad (en ensayos y estudios
epidemiológicos). Propuesta con diferentes métodos para la cuantificación de
Roya. Fácil, práctica y adaptable al objetivo perseguido.
De modo general se
pueden agrupar las evaluaciones en DOS grandes situaciones:
SITUACIÓN 1) Evaluación de ensayos (evaluando
severidad y tipo de lesión)
Podemos encontrarnos con diferentes tipos de
ensayos:
- De valoración de fungicidas
- De cuantificación
epidemiológica
- De evaluación de híbridos (comportamiento genético)
En estos ensayos es recomendable la estimación de la
Severidad. Por ello resulta importante desarrollar un método práctico para la
estimación de la misma, que a continuación se describe:
Método para estimar Severidad de la roya en maíz?
(“Corte tripartito”, Carmona 2008)
Los números de hojas serán considerados desde la
base de la planta. Recorra el mismo a lo largo de un surco, lejos de la bordura
y mida al azar. La determinación de la
Severidad se realizará de la siguiente manera: a cada una de las plantas (de un
total de 10-20), extraídas al azar y cada 10 pasos, se les evaluará las hojas
desechando las incompletamente desarrolladas (lígula no expuesta) y las
totalmente senescentes o muertas. Por lo tanto, las hojas secas de abajo o
muertas por heladas no entran en la evaluación. A cada hoja se le estimará el porcentaje de
área foliar enferma. Se sumaran los porcentajes y se los dividirá por el número
total de hojas muestreadas.
Para la evaluación de Severidad de cada segmento
u hoja podrá utilizarse la escala de
Peterson (1948) (Figura 1), la cual está
dividida en 5 categorías (que se visualizan en la parte superior) y que
corresponden coincidentemente, con determinados % de Severidad (se visualizan
en la parte inferior de la escala). Esta escala es mundialmente reconocida y
utilizada.
Figura 1: Escala de Peterson.
Como la hoja de maíz es de gran longitud (50- 70
cm), para facilitar la medición y uso de escala se propone cortar en tres
porciones cada una de las hojas. Para ello saque la hoja de la planta y
directamente sobre el piso corte con un cuchillo filoso la hoja en tres (Figura
2). A cada segmento se le determinará la Intensidad de ataque según la escala
explicada más abajo. La Severidad de cada hoja resultará de la suma de las
Severidades parciales de cada segmente dividido por tres (método tripartito).


Figura 2: Corte tripartito y comparación con
escala de Peterson.
El evaluador dicta el número que le corresponde
(según la severidad graficada) puede dictar categoría 2 (5%) o incluso valores
intermedios por Ej. (2,5) seria 7,5% de severidad. (Figura 3). Los números de
hojas serán considerados desde la base de la planta 1.2.3..., etc. (todas las
hojas). Con esta escala se obtiene una precisa estimación porque cubre una amplia gama de combinaciones de tamaños
y distribución de pústulas, lográndose
una objetividad considerablemente mayor. Es conveniente imprimir la
escala al tamaño más semejante donde las porciones cortadas se acerquen a su
tamaño original promedio. Cuanto mas entrenado visualmente esté el evaluador,
mejor será la estimación.

Figura 3: estimación de una porción.
Si bien resulta más completo medir todas las
hojas de la planta, esta identificación debe permitir al menos analizar lo que
se mide especialmente en la hoja de la espiga (HE), las dos de abajo (HE-1,
He-2), y las dos de arriba (HE+1 y He+2) ya que estas hojas son consideradas de
gran importancia. A veces por cuestiones de tiempo, la lectura solamente se
reduce a la HE, HE-1 y HE +1.
A) Ensayos de valoración de funguicidas (por ejemplo
macroparcelas) , donde sea necesario una medición inicial (antes del
tratamiento y hasta 1 ó 2 mediciones luego de la aplicación (por Ej. 20 días y
40 días después respectivamente).
Aquí se deben eliminar las borduras y seguir un surco longitudinalmente
y tomar al menos 5 plantas (microparcelas) y 10 plantas (al menos en
macroparcelas) y proceder a la medición. Se trata de un muestreo destructivo.
Las plantas u hojas pueden ser evaluadas fuera del ensayo e incluso a gabinete.
Aquí al menos debería leerse la HE, HE-1 y HE+1 aunque
preferentemente debería leerse toda la planta o un par de hojas más. Aplique el
sistema del corte “tripartito” .
Luego de sacado los valores de severidad de cada hoja sumar estos
valores individuales y dividirlos por el total de hojas evaluadas.
Proceder luego a
determinar el porcentaje de control con
la siguiente fórmula:
% de Control = Severidad en el testigo (%)
– Severidad del tratamiento (%) X 100
Severidad
en el testigo (%)
Si se resta al número 100, la
severidad estimada podrá obtenerse el área foliar aún sin pústulas, lo que nos
permitirá estimar el área foliar “verde” remanente que es otro indicador
importante para analizar los fungicidas.
B) Ensayos de cuantificación epidemiológica, requieran más
número de mediciones en el tiempo (Ej. más de 3, evaluación más exhaustiva del
control químico y su relación con la epidemia, ensayos de determinación de
umbrales de daño).
Aquí las plantas u hojas no deberían
extraerse ya que la finalidad es la
cuantificación epidemiológica de la enfermedad en el tiempo y por ello el
muestreo no debería ser extractivo. De esta forma logramos medir y “seguir” la enfermedad sobre los mismos
individuos, estudiamos la epidemia sobre el hospedante enfermo y evitamos al
destrucción de un gran número de plantas.
Aquí se deben eliminar las
borduras y seguir un surco longitudinalmente y tomar al zar y distanciado cada
veinte pasos, al menos 10
plantas y proceder a la medición Si las parcelas son pequeñas tomar sólo
5 plantas al azar sobre los dos surcos centrales.
Para la demarcación de
las plantas y su permanente identificación individual, se podrá utilizar un aerosol de pintura para
material vegetal o marcarlas con un hilo plástico rodeando la base del tallo
La evaluación
obviamente deberá hacerse en el mismo surco sin dañar las plantas u hojas. La
división o corte de cada hoja en tres porciones ( sistema “tripartito”)
obviamente debe ser visual e imaginaria
aplicando la misma escala anteriormente descripta.
Con los valores de
Severidad obtenidos en el tiempo se podrá calcular la tasa epidemiológica, área
bajo la curva de progreso de la enfermedad y analizar los modelos de epidemia
logrados. Asimismo este tipo de ensayo permitirá calcular el umbral de daño
económico, dosis eficiente y momento oportuno de aplicación.
En algunos ensayos
uniformes y con gran cantidad de plantas es posible proceder a la extracción
pero es necesario recordar que la enfermedad aquí debería medirse al menos 1-2
veces por semana.
C) Ensayos de
evaluación de híbridos: En este caso nos interesa no solo hacer una evaluación
cuantitativa por medio de la severidad, sino también, una evaluación
cualitativa que permita analizar el “tipo de infección”.
Se puede utilizar la siguiente escala cualitativa de observación de menor a mayor grado de susceptibilidad
(modificado por Carmona (2008) de González, et al, 2005), observando el tipo
y tamaño de las pústulas y lesiones
sobre la HE, HE-1 y HE+2:
1- Ausencia de síntomas o solo presencia puntos necróticos o cloróticos
(hipersensibilidad) ausencia de pústulas errumpentes (Figura 4).


Figura 4: Reacción de tipo 1.
2- Pústulas pequeñas errumpentes con o sin
puntos necróticos. (Figura 5).

Figura 5: reacción de tipo 2.
3- Pústulas grandes errumpentes con tendencia a alinearse formando “listas” (Figura 6).

Figura 6: reacción de tipo 3.
4- Pústulas grandes con áreas necróticas
(lesiones del tejido) que se unen, rotura
o quiebre de hoja (Figura 7).


Figura 7: reacción de tipo 4.
SITUACIÓN 2) Umbrales
para la aplicación a campo con
fungicidas (contando pústulas promedio).
A) Aplicando fungicidas en el gran cultivo
Aquí la medición debe
ser muy práctica y rápida y está solamente orientada a definir el momento de
aplicación de funguicidas. Basta contar las pústulas iniciales de un sector de
la planta. Para ello es necesario realizar un monitoreo de la enfermedad desde
V10-V12 en adelante.
En Argentina, (Carmona,
2006, Carmona et al 2008) la recomendación surgida de un ensayo epidemiológico
para determinar umbrales, es cuando la
hoja de la espiga, la de arriba y la de
abajo de la espiga , tienen en promedio
4-5 pústulas (la suma de las pústulas de las tres hojas, dividido tres debe dar
4-5). Estas tres hojas representan aproximadamente 40% del área de la planta.
Si se sigue la escala de Severidad adjunta
(Peterson, 1948) sería
equivalente a un 1- 2% con los valores actuales del maíz y funguicida.
Revisión
Bibliográfica:
·
Articulo del Ing. Agr. M Sc
Marcelo A. Carmona Profesor de Fitopatología FAUBA., Revisado 23 de Mayo del
2013.
·
RAABE,
R.D. Fusarium wilt of Eustoma grandiflora. Phytopathology 75:1306.
1985. (Abstract).