EL CONTROL BIOLÓGICO DE LOS FITONEMATODOS DE SUELO:
UNA ALTERNATIVA AL USO DE NEMATICIDAS Y CULTIVOS TRANSGENICOS
Miguel Ángel Crespo C *
La seguridad alimentaria ha representado históricamente, una de las prioridades de la humanidad. Sin embargo y a partir de la tan pregonada Revolución Verde, la biodiversidad del planeta ha sido expuesta a una gradual destrucción sin precedentes, a partir del uso de los agroquímicos y ahora de los organismos genéticamente modificados. Sin embargo, tanto la industria de los agroquímicos como la de los OGMs, pertenecen a las grandes transnacionales de los países del norte, que no han dudado en subordinar la salud humana y la destrucción de la biodiversidad a sus intereses económicos, generando una mayor dependencia de los países del sur, fundamentalmente de los agricultores campesinos.
Tomando en cuenta lo anterior, caben las siguientes interrogantes: Se ha resuelto la tan ansiada seguridad alimentaria y de vida de las poblaciones crecientes en los países del Sur? A cuánto ascienden las pérdidas económicas que deben soportar los países del Sur, por la dependencia a los insumos químicos y ahora de los transgénicos? En cuánto podríamos valorar las perdidas de nuestra biodiversidad por el uso irracional é insostenible de agroquímicos que han erosionado grandes áreas que ahora son desiertos? En qué medida los países del Sur se han beneficiado de la desaparición, manipulación y patentamiento de sus recursos genéticos por las empresas transnacionales? En qué medida se ha fomentado la investigación científica en los países del sur y que aporte a su desarrollo sostenible y soberano?
A partir de estas interrogantes, PROBIOMA inició hace 5 años, una serie de investigaciones aplicadas con el objetivo de rescatar y fortalecer el valor estratégico de la biodiversidad en Bolivia y concretamente en el departamento de Santa Cruz. Es así que, con mucho éxito se incursionó en el ámbito del Control Biológico de Plagas y enfermedades en los cultivos agrícolas é inclusive en el control biológico de vectores de enfermedades humanas, como es el caso de la Vinchuca (Triatoma infestans), que transmite el tan temible Mal de Chagas. En este proceso se ha descubierto biorreguladores que controlan más de 40 plagas y 8 enfermedades en más de 38 cultivos agrícolas. Este aporte concreto, está demostrando el gran valor estratégico que tiene nuestra biodiversidad y ha permitido que en los dos últimos años, 2.000 hectáreas de cultivos agrícolas, sean protegidos por el Control Biológico.
Un ejemplo de este aporte, son los últimos avances que ha hecho PROBIOMA en este campo, esta vez referidos al Control Biológico de los fitonemátodos,
A nivel mundial, los fitonemátodos provocan pérdidas de aproximadamente un 12% de los rendimientos de los cultivos agrícolas, representando una pérdida de 78 billones de dólares anuales. En las regiones tropicales, los cultivos de café, tabaco, plátano y hortalizas, son afectados muy gravemente por estos organismos, especialmente de la especie del género Meloidogyne. Asimismo, en las regiones andinas la afectación de nemátodos es muy alta, especialmente en los cultivos de papa.
Durante muchos años, se ha empleado para su control, una amplia gama de nematicidas, muchos de los cuales son biocidas de fuerte impacto negativo sobre los organismos benéficos presentes en el suelo. Asimismo, el impacto nocivo que están causando los nematicidas en las aguas subterráneas y en la salud humana, está limitando su uso a nivel mundial. Un ejemplo reciente de los graves impactos que causan estos plaguicidas, lo constituye el bromuro de metilo, un fumigante del suelo ampliamente utilizado para el control de hongos, insectos y nemáodos en cultivos de vivero, tabaco y hortalizas, el cual ha sido considerado responsable de la disminución entre un 5% y un 10% de la capa de Ozono. Por esta razón, en la 4° Reunión del Protocolo de Montreal celebrada en Copenhague en Noviembre de 1992, se acordó su eliminación total para el año 2010 y se creó un Comité de Opciones Técnicas al Bromuro de Metilo (MBTOC), que evalúa alternativas para sustituir este producto a escala global (MBTOC, 1995). Esta situación ha conducido a que en la Cumbre de la Tierra, se proclamara la necesidad de desarrollar una agricultura sostenible que preserve los recursos naturales y el medio ambiente.
Es en este contexto que el desarrollo y aplicación de biorreguladores para el control biológico de plagas, adquiere mucha importancia por ser una alternativa ambientalmente segura para el control de plagas.
A pesar de que un número considerable de hongos y bacterias antagonistas de nematodos, tienen potencialidades para el control biológico, ningún sistema de producción y liberación de biorreguladores es ampliamente usado.
Es así que en el marco de las investigaciones que permanentemente está realizando PROBIOMA, y dentro de los organismos evaluados, se ha descubierto un microorganismo nativo, el mismo que ha demostrado ser uno de los enemigos naturales más importantes, ejerciendo un control efectivo sobre las principales especies de nematodos en las pruebas llevadas a cabo en laboratorio y en las primeras pruebas de campo.
Este hongo entomopatógeno ha sido reconocido como parte de un complejo de especies similares aisladas de nematodos, con una marcada variabilidad entre aislamientos de una misma especie, por lo que resulta esencial realizar una cuidadosa selección de las cepas, como potenciales biorreguladores.
En la actualidad, el desafió que tiene PROBIOMA, es lograr el aislamiento y selección de cepas nativas (ya tenemos dos), la obtención de una formulación comercial y la propuesta y fundamentación de una estrategia de manejo y control biológico de nematodos.
El Control Biológico de los nematodos, significará un aporte muy importante por cuanto, de los grupos de organismos que habitan en el suelo, los nematodos ocupan el segundo lugar en términos de abundancia, sólo superados por los protozoos (Dowe, 1987). Se estima que constituyen entre el 10-30% de la biomasa de los organismos multicelulares y alrededor del 1% del total de la biomasa del suelo (Sohlenius,1980).
Hasta el presente, 24 géneros de nemátodos parásitos de plantas incluyen especies que son plagas de cultivos de importancia económica, las cuales se estima que causan pérdidas de alrededor del 10% de la producción agrícola mundial, lo cual representa un tercio de las pérdidas atribuidas a plagas y enfermedades (Whitehead, 1998)
A raíz de las pérdidas ocasionadas por la acción de los nematodos, tradicionalmente se han utilizado diferentes alternativas de control dirigidas a reducir y/o eliminar poblaciones de nematodos. Las medidas más empleadas, son las legales, químicas, físicas y culturales.
La medidas legales han estado dirigidas al control cuarentenario de importación / exportación, controles internos y certificación y control de calidad, generalmente a cargo de las instituciones estatales. Sin embargo, la implementación de estas medidas es muy costosa y con muchas dificultades en cuanto a su efectividad de manera indefinida.
Los controles químicos han sido dirigidos a la desinfección de los suelos, mediante la aplicación de productos. Sin embargo, el gran volumen de suelos a tratar, hace que esta medida sea muy cara, además de depender de químicos de gran toxicidad. (Hooper y Evans, 1993).
Muchas sustancias químicas, fundamentalmente gases volátiles, fueron empleados en los
primeros años del siglo XX, los mismos que resultaron caros para un uso generalizado. El descubrimiento de compuestos químicos de acción nematicida , como es el caso del dichloropropene y la disponibilidad del sulfuro de cloropicrina, hicieron posible disponer de gases aparentemente más económicos y efectivos en el control de nematodos. (L. Hidalgo, Cuba-1999) . Posteriormente se desarrollaron otros gases que fueron incorporados al mercado, como es el caso de varios nematicidas organofosforados y carbamatos (Hague y Gowen,1987). Sin embargo, en los últimos años se han encontrado residuos de nematicidas en aguas subterráneas y con graves impactos ambientales en los recursos hídricos y en los suelos.
Con referencia a los controles físicos, se parte del principio de que los nemátodos son particularmente sensibles a las fuerzas mecánicas, la desecación, el calor y la falta de oxígeno. Una medida física muy importante para controlar nematodos, es la aplicación de energía, como el calor. La mayoría de los nematodos mueren a temperaturas de 44y 48°C, lo que permite eliminarlos, sin matar la planta. (Hopper y Evans, 1993). El problema de este procedimiento es que debe ser controlado cuidadosamente, debido a que los límites de tolerancia al calor de los nematodos y plantas son muy cercanos.
Asimismo, la esterilización del suelo representa una alternativa muy cara y usualmente es utilizada en áreas muy pequeñas, como es el caso de los invernaderos, mientras que la solarización es una práctica común, ya que el suelo es tratado con calor solar, mediante la cobertura de la superficie del mismo, con una lámina de plástico fina y transparente por tiempos prolongados. Esta práctica controla parcialmente, debido a que permite la sobrevivencia é incremento de poblaciones de hongos y bacterias patógenas, tolerantes al calor.
Las medidas de control cultural, referidas a las rotaciones de cultivos, uso de cultivos resistentes é injertos, es una práctica recomendada, pero que tiene la limitación de las condiciones del ecosistema que muchas veces no permite una rotación adecuada, que permita controlar las poblaciones de nematodos y/o el área de cultivo muchas veces no lo permite.
Por otra parte, las enmiendas orgánicas, mediante la adición de materiales orgánicos al suelo, ha demostrado ser una alternativa más efectiva en algunos países. Es así que las tortas de oleaginosas de diferentes plantas han sido las más ampliamente utilizadas, siendo las de Neem (Azadirachta indica Juss.) y sus derivados, las más efectivas (Akhtar y Mahmood, 1996). Sin embargo el gran problema en las enmiendas orgánicas es que algunos materiales liberan compuestos tóxicos como fenoles, taninos, azadiractina y ricinin (Mian y Rodríguez-Kabana, 1982; Rossner y Zebitz, 1987; Rich y Col., 1989). Otro problema en el uso de enmiendas es la variabilidad en la composición de los materiales utilizados para la preparación de la enmiendas. Es así que, algunas enmiendas orgánicas pueden acumular compuestos dañinos é incrementar el nivel del inóculo de algunos patógenos del suelo. (Cook y Baker, 1983; Rodríguez- Kabana, 1986), por lo que la estandarización de la composición de las enmiendas, es un ámbito que necesita del desarrollo de una metodología apropiada. Asimismo, se requiere grandes cantidades de materia orgánica, aspecto que ya representa una limitante en su aplicación.
Aunque la rotación de cultivos representa el método más usado y efectivo en el control de plagas en la agricultura, para el control de nematodos su efectividad es menor debido a que los nematodos, especialmente los agalleros son polífagos, por lo que resulta muy difícil encontrar un número suficiente de cultivos hortícolas en sistemas agrícolas de subsistencia.
Asimismo, un sistema de rotación de cultivos específico, no puede ser recomendado universalmente, dado que la misma planta puede reaccionar de forma diferente a una población de nematodos de otra región, dada la existencia de razas fisiológicas (L. Hidalgo, Cuba, 1999)
Los cultivares resistentes, también son un método efectivo para mantener las poblaciones de nematodos por debajo del umbral de daño. Sin embargo, cultivos resistentes para muchas combinaciones nematodo-cultivo, aún no se encuentran en el mercado, aunque es muy probable que empresas transnacionales estén experimentando con cultivos transgénicos “resistentes” a nematodos.
El Control Biológico, es otra alternativa que parte del principio de que una gran diversidad de organismos que viven en el suelo, son conocidos como enemigos naturales de los nematodos que atacan a las plantas. Partiendo de este principio, y dada la experiencia que tiene PROBIOMA, ha logrado identificar especies de hongos nematófagos nativos , los cuales han demostrado características intrínsecas en el control y disminución de la infestación de nematodos., sobre cultivos susceptibles, en varias pruebas de laboratorio.
El objetivo de este emprendimiento, es continuar con las investigaciones de laboratorio paralelamente a las pruebas de eficiencia en campo, que permitan investigar acerca de las dosis, tipo de suelo y el antagonismo microbiano, que pueda derivar en el desarrollo de formulaciones que permitan su transferencia masiva.
Como se podrá observar, el apoyo a la consolidación de esta investigación podrá contribuir a que se sustituya el uso de nematicidas químicos altamente nocivos é inclusive se inviabilice el uso de cultivos transgénicos, que como en el caso de la papa , se pretende introducir variedades transgénicas “resistentes” al ataque de nemátodos.
· Director-PROBIOMA
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